R I V E R
Isaac
estaba sentado en su escritorio y de espaldas a mí. Ni siquiera volteo a ver
cuando abrí la puerta. Parecía que no me había escuchado entrar.
- Sabes, algunas personas considerarían de mala educación no voltear a
saludar cuando alguien llega.- Si mi voz provoco algo en él, no lo demostró.
Permaneció callado y yo de pie en la entrada. No sabía que tenía que decir.
Había pasado un minuto o quizás fueron diez cuando Isaac me respondió.
- No podía más. Tú me parecías más hermosa cada día, y aprendía cosas
nuevas de ti. No todas me gustaban y eso comenzó a enojarme, porque no eras tan
perfecta como al inicio creí. Luego estaba el detalle de mi partida. Todos
estos pendientes, todo lo que tengo que estudiar, toda la preparación que me
falta. Es difícil, amarte y encargarme de mi futuro. Así que tomé la salida
fácil... Decidir dejarte, sumergirme en mi mundo de nerd. Y fue bien, pero
después de la primera semana moría por llamarte y contarte tantas cosas. Pero
no lo hice. Sé que piensas que soy inteligente pero no lo soy, no cuando se
trata de ti.- Isaac tomo su tiempo al decirme eso, pero no volteo a verme,
después tan solo puso sus brazos en el escritorio y oculto su rostro. Quería
abrazarlo, era la primera vez que decía amarme aunque lo hubiese dicho
indirectamente. No podía abrazarlo porque él simplemente no era el tipo de
chico al que abrazas en situaciones como esta
- Es curioso, he estado en tu casa anteriormente pero esta es la primera
vez que estoy en tu habitación. Tenías razón, se parece mucho a la mía. - No se
movió.- Oye, estar de pie en la puerta es divertido pero ¿Puedo pasar?- No
respondió.- Isaac ¿Estás bien?
- Puedes pasar.- Su voz sonó rota, fue entonces cuando me di cuenta que
estaba llorando. Yo era la chica más sensible del mundo pero en ese momento me
toco ser la fuerte, no podía llorar. Me senté en su cama y esperé hasta que mi
chico de la sonrisa hermosa dejara de llorar. Le tomo unos minutos, hasta que por fin
levanto el rostro.- Bueno, no tengo más que decir. Supongo que Rudy te llamo,
pero Miriam, ahora te tienes que ir.- No volteo, comenzaba a creer que jamás
vería su rostro de nuevo
- ¿A qué le tienes tanto miedo? No me parece justo que huyeras de mí.
Eso no es algo digno de ti. No es el Isaac que conozco. Y este chico que esta
aquí, tampoco eres tú. No lo entiendo. Te estás ahogando en un vaso de agua
- Ese dicho es muy estúpido. Ahogarse en un vaso de agua. No tiene
sentido.
- Tienes que salir de tu habitación, ser el chico que
conozco.
- Solo vete. Por favor.
- Me iré. Después de que te hayas bañado, rasurado, comido y tomado una
siesta.
- Vete
- Eres inteligente, lo sabes y lo sé. Por lo tanto, estoy segura que
sabes que no me iré hasta que hagas lo que ya te dije.- Por un momento pareció
que iba a replicar pero después de un momento, se levanto por fin. Paso de mi,
no volteo a verme. Tomo ropa del closet y salió.
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