Es cómo si el destino decidiera reunirnos,
cuando nosotros hemos huido hace mucho,
nunca fue más cierto aquello de que el mundo es redondo
y todo vuelve.
Estar de pie en la puerta de tu hogar,
de cierta manera se sintió correcto,
verte allí de pie tomando de la mano a un niño que luce exactamente como tú a su edad.
Los años han pasado,
pero míranos aquí,
de nuevo.
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