Hace meses que no busco tu nombre en las personas que ven mis historias de Instagram (igual sería una pérdida de tiempo, nunca las viste) ya no me quedo mirando a tu nombre en el chat de Facebook en espera de la respuesta de aquel mensaje que te mande. ¡Hey! Ya no me pone mal escuchar esa canción “abrir el pecho y sacar el alma” Eso es algo que yo sé tú podrías hacer pero yo no, “abrir el pecho y sacar el alma”.

Porque tú transmites todo lo que yo ni en un millón de palabras podría. Tú capturas momentos en fotografías, tu manera de hablar hace que todos quieran escucharte. Quizás es esa seguridad tan tuya que en otros podría pasar por arrogancia pero en ti resulta adorable, a ti te sienta bien. Es imposible que tus ganas de cambiar al mundo no inspiren a todo aquel que te conoce. Tu mirada está llena de vida, basta con mirarte un segundo para caer enamorada de tu sonrisa. Pareciera que si cada acontecimiento hubiera ocurrido únicamente pata darle paso a tu existencia.

Todo en ti parece correcto. Homo sapiens modelo 95’ dices para describirte y me parece que eres la persona más linda que nació en ese año, un chico con miopía que se niega a usar los lentes, un chico que siempre lleva una sonrisa en el rostro…

Brillas y brillas muy bonito.

Espero que brilles siempre.

Pero esto es un adiós. Gracias por todo. Y si nuestros caminos se encuentran de nuevo tendré una sonrisa en el rostro tal como tú lo haces siempre.