*Spoiler alert*

Quizá lo más difícil de terminar una relación de años es que posiblemente hayas olvidado quien eres sin esa persona  a tu lado.

No había llorado tanto con un libro desde Delirium y en ese entonces tenía 17 años.

En la entrada anterior (CLIC AQUÍ para leerla) les mencione que estaba leyendo este libro y me estaba gustando bastante. Ahora que ya lo he terminado puedo a decir que me dejo destrozada. Cualquiera que haya pasada por una ruptura amorosa puede identificarse en este libro. 

Si bien, todos los días son nuestros me ha gustado bastante tengo que admitir que me ha pegado súper fuerte. Más de lo que esperaba. Y quiero escribir de esto porque me ha tenido reflexionando por horas. Es mucho más que él libro. Es el golpe que me dio al identificarme con lo que iba pasando. Escribo esto más para mí que cualquier otra cosa.

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Cuando la historia comienza la relación de María y Emiliano recién ha terminado, las cosas llevaban tiempo mal pero no se había separado, hasta que un día Emiliano se va y ya no vuelve. Así comienza la historia del desamor de estas dos personas que no conocían más amor que el que se tenían. Vemos el camino que recorre María, como de algo bonito que tenían llegan a un punto de toxicidad al no saber cómo dejarse ir el uno al otro. Diez años con una persona no se superan tan fácil, supongo. 

Me gusto su historia de amor, en muchas ocasiones a pesar de que nuestros personajes tienen 30 años, me recordaron a mi adolescencia, a mi primer amor y esas experiencias que creía ya olvidadas. Estaba molesta con María por no ser capaz de superarlo pero una parte de mi estaba “tu harías lo mismo y lo sabes” cuando contaban como se conocieron y sus momentos felices me tenían allí, sonriéndole al libro. Y todo iba bien hasta que después de unos capítulos y ciertos párrafos me súper identifique, me vi allí, como si esa fuera mi vida. Estuve al borde del llanto. Opte por abandonar el libro, escuché en bucle “Plural siendo singular” (link más abajo, quizás deberían escuchar la canción mientras leen esta reseña.) y dedique unas horas a mi art journal. Me pase el resto del día bastante sentimental.  

Finalmente por la noche retomé el libro.

Desde el inicio amé a la mamá de María, esa mujer me parecía ejemplar a pesar de haberse pasado la vida esperando a un hombre que no la merecía. Amaba la relación que maría tenía con su mamá. Me recordaba muchísimo a mi madre… Quizás por eso SPOILER  no pude para de llorar cuando su mamá murió, lágrimas caían por mi rostro como si de una fuente se tratara. La manera en la que la autora maneja la muerte, como su mamá demuestra tranquilidad ante su inminente muerte, como en su funeral hay tanta gente que la quería, como por primera vez su padre se hace cargo de algo, la narración. En fin, la suma de todo eso me tuvo llorando mientras leía y no se detuvo hasta muchos capítulos después. 

Me gusto la historia de Emiliano y María porque todos pasamos por algo así, los personajes fueron muy bien hechos pero lo que me pegó fue la muerte… Lo veía venir pero no quería que pasara…

Amo este libro con el alma, me lastimo muchísimo pero eso es lo que un libro debería hacer. Debería hacerte sentir cosas y este sin duda lo ha logrado. Súper recomendado. 

F R A S E S

“No me acuerdo en que tiempo, pero en uno pasado, era el amor de mi vida.”

“Pero sí lo conozco, como si nunca se hubiera ido, porque me quiso tanto y fuimos tan del otro como ahora somos del espacio en el que nos olvidamos.” 

“Hoy me veo y no sé qué de mí es mío y qué es de él. Qué de lo que odio en mí es su culpa, Los últimos meses siempre temprano, despertaba sintiendo que todas mis mañas y malos modos eran hechos por él. Que odiaba tantas cosas de mí porque no eran mías, porque él me las había impuesto. Otros días, otras mañanas, sentía sus humores tan míos, tan cercanos a mi piel. Esa cercanía hizo que ya no quisiera despertar más con él. ¿Qué fue primero? No hay manera de saberlo.” 

“No fue más grande el pleito que la reconciliación. Es la suma lo que nos fue ganando.” 

 “Como si quererme hubiera sido demasiado y mientras hacía eso no podía hacer nada más. Ahora que ya no tiene mi cariño como un ancla, está alcanzando todo lo que estaba puesto en su destino.” 

“¿Qué le debo a mis seres queridos? ¿Qué me debo a mí misma? ¿Será mi vida todo lo que debería? De todos los errores que no tienen remedio, ¿cuántos ya habré cometido? ¿Cuántos me quedan por cometer?”